Para algunos, la cuarentena está
óptima: momento de reflexión, de re conexión. Suave, en chancletas, con un
whisky o un té. Para otros, esto es una crisis desesperante.
Para algunos, una paz, tiempo de
descanso, vacaciones. Para otros, una tortura: ¿Cómo voy a pagar mis cuentas?
Algunos están ocupados en elegir
una marca de chocolate para pascuas. Otros están preocupados
por el pan para el final de semana, si los fideos alcanzan para unos días más. Algunos
están en el “home office” de su casa del country. Otros están revolviendo
basura para sobrevivir.
Algunos quieren volver a trabajar
porque se le está terminando la plata. Otros quieren matar a aquellos que
rompen la cuarentena. Algunos necesitan romper la cuarentena para hacer cola en
los bancos. Otros critican al gobierno por las colas en los bancos.
Algunos publican fotos de
jubilados. Pero algunos de esos que publican fotos, seguramente podrían
acompañar a algún familiar anciano.
Unos tienen fe en Dios y esperan
milagros durante éste 2020. Otros dicen que lo peor está por venir. Entonces,
amigos, no estamos en el mismo barco.
Estamos pasando un momento en el
cual nuestras percepciones y necesidades son COMPLETAMENTE distintas. Y, cada
cual, saldrá, a su manera, de esa tempestad.
Algunos, con el bronceado de la
pileta. Otros con cicatrices en el alma.
Por tales motivos evidentes (y
por otros invisibles), es muy importante ver más allá de lo que se ve a primera
vista.
No solo mirar, pero más que
mirar, ver. Ver más allá de partido político, más allá de religión, más allá
del propio ombligo.
No menosprecie el dolor del otro
si vos no lo sentís. No juzgue la buena vida del otro, no condene la mala vida
del otro. Simplemente nadie es juez.
Publicado por Nery Rubio.
https://www.laventanasanrafael.com.ar/2020/04/no-estamos-en-el-mismo-barco.html
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